Entrevista A Pedro Morrás, Gerente De La Federación Sectorial Armera

“Dedico todos mis esfuerzos para que cazadores y tiradores puedan seguir cazando y tirando razonablemente con sus armas”

Pedro Morrás Zuazo es un abogado bilbaíno que lleva 25 años defendiendo al sector armero y a las armerías de unas leyes muy severas que complican su desarrollo. Una labor que requiere mucho conocimiento de las leyes, tozudez y no poca mano izquierda. Con él hemos querido hablar en profundidad para que nos informe de cómo está el sector armero en España y lo difícil que nos resulta a los cazadores tener armas y utilizarlas debido a unas leyes muy duras y encorsetadas.

Pregunta. Me figuro que defender el sector armero en España será una auténtica odisea…

Respuesta. Bueno, no exactamente una odisea. Es más bien como darte continuamente golpes contra una pared. A veces, para tu sorpresa, consigues mover un ladrillo, pero otras veces el muro avanza contra ti.

 P. Como cazador puedo sentirme tranquilo porque hay alguien que vigila que las autoridades no conviertan la tenencia y uso de armas deportivas en una carrera de obstáculos legales, ¿no?

R. Le puedo garantizar que hay alguien que dedica todos sus esfuerzos y muchas horas para evitar que eso pase y pueda mantener su afición y, probablemente, parte de su razón de existir.

P. Tampoco se pretende, y además es imposible, que tengamos una legislación tan permisiva como la que tienen en Estados Unidos…

R. Me resulta difícil. Es una población que vive con enorme naturalidad la convivencia con armas y no entienden que un ciudadano que cumple escrupulosamente la ley no pueda tener un acceso sencillo a las armas. Desde esa naturalidad, vivirían como una pesadilla nuestra reglamentación.

P.¿Por qué en España la regulación sobre armas y municiones deportivas es tan estricta respecto a otros países europeos?

R. En España nos ponemos la venda antes que la herida y el “por si acaso” nos destroza. En España ponemos limitaciones porque “así se controla mejor” cuando realmente no hay motivos para ello. En cualquier país se estaría orgulloso de que sus ciudadanos sean responsables; en España, la Administración lo está porque no se puede mover ni una mosca.

P. El Reglamento Europeo de Armas, se supone de armas deportivas para el tiro y la caza, ¿es menos estricto que el español? Si es así, ¿por qué no nos hemos adaptado a él, como ha pasado con otras leyes?

R. Las leyes europeas son leyes de mínimos, es decir, que se establecen los controles comunes mínimos que debe tener cada país, pero, a partir de ahí, la normativa nacional puede ser más estricta. Y la de España lo es.

P. Hace poco tiempo circuló un Borrador del Reglamento de Armas mucho más estricto que el actual, ¿por qué era más estricto y por qué se paralizó?

R. En primer lugar, hay que decir que el tono general del Reglamento no era positivo para el sector y aún peor para los cazadores: restricciones para las armas semiautomáticas, aún más para el calibre .22, se prohibían los frenos de boca y cualquier complemento de este tipo, se limitaban las posibilidades de contratar a personal por parte de fabricantes y armerías… En fin, que teníamos de todo. El clamor del mundo de la caza fue el que paró este proyecto. También hay que decir que la reflexión del Ministerio del Interior nos ayudó.

P. Actualmente, ¿cuál es la relación entre la Administración y el sector armero que usted representa y defiende?

R. La relación es bastante buena, pero no exenta de problemas. Arreglar cualquier cuestión toma tanto tiempo que a veces es desesperante. Podemos estar debatiendo un tema más de un año y no acabar de concretar las cosas, pero también tengo que decir que el diálogo es fluido y eso es un gran avance, porque hemos tenido legislaturas en las que prácticamente era imposible que te recibieran… y no te digo nada que te escucharan. Hoy en día, la verdad es que la relación es extremadamente fluida tanto con la Guardia Civil como con el Ministerio del Interior y la Secretaría de Estado de Seguridad.

P. Me da que, aunque sea el Gobierno de turno quien, oficialmente, tiene la potestad para regular la tenencia y uso de armas deportivas, en realidad, como es la Benemérita la encargada de controlar este asunto, a veces se muestra especialmente restrictiva…

R. Efectivamente, al final la relación con la ICAE es fundamental, porque son ellos los que en el día a día aplican las normas e, inevitablemente, su lectura es muy diferente a la nuestra sobre muchas cuestiones, aunque intentamos ambas partes llegar a consensos de funcionamiento.

P. ¿Por qué hay ese miedo a las armas deportivas cuando tengo entendido que los delitos cometidos con ellas son, estadísticamente, insignificantes?

R. Este es el quid de la cuestión. Y llevo 25 años haciéndome esa misma pregunta…

P. ¿Por qué cree usted que la prestigiosa armería vasca se fue al garete?

R. Creo que pensamos que el mundo de las armas era inamovible y conservador. Recuerdo que en el año 1990 el director comercial de la fábrica más importante de armas cortas del país me dijo que el sector era muy tradicional y anti-innovación. En el año 1992, Glock, un ingeniero ajeno al sector, fabricó una pistola con un armazón de polímero. Había vendido ya 300.000 armas cortas en Estados Unidos, y desde entonces la innovación ha sido fundamental. Y seguimos teniendo empresas vascas importantes, aunque no tantas.

P. Incluso Lamber, una marca española de excelente relación calidad-precio en escopetas superpuestas, ha tenido que cerrar, algo inaudito en un país de cazadores…

R. Creo que en este caso se trataba de problemas puros de gestión, no de producto, que, como bien dice, tenía una excelente relación calidad-precio.

P. ¿Por qué las armerías españolas están en crisis?

R. A veces, como en este caso, no se trata tanto de cuestiones específicas de nuestro sector, sino de un cambio general en el comercio: el acceso a los clientes, Internet, especialización, servicio, stock importante…

P. Por el poco margen de beneficio que tienen, lo que pesan, lo que ocupan y las medidas de seguridad que requiere su venta, ¿puede ser el cartucho de escopeta el producto menos rentable que haya?

R. Creo que hay factores comerciales y un producto muy difícil. Es un mundo sumamente complicado.

P. ¿Qué ha pasado con el innovador cartucho ecológico que patentó la Federación?

R. Pues que tal y como lo planteaba la Federación no existe ni existirá. De vez en cuando se publica una noticia en la que se afirma que en tres meses va a aparecer… La gente honrada piensa que deben tener algún fundamento para atreverse a prometerlo en un plazo tan corto, pero pasan seis meses y nada aparece y nadie se acuerda hasta que, un año más tarde, intentan volver a engañarnos de la misma forma.

Mire la hemeroteca. En mi modesta opinión, creo que es un bluf que únicamente busca sacar subvenciones a la Administración y crear graves problemas a los cazadores. A la industria le encantaría que un cartucho como ése existiera realmente y tuviera viabilidad. Pero no la tiene.

P. ¿Sigue produciéndose la revocación de la licencia de armas por motivos nimios?

R. La verdad es que es un tema que no conseguimos encarrilar correctamente. Sí, seguimos tenido problemas.

P. ¿No iba a publicarse un listado sobre qué comportamientos o actuaciones no delictivas podían provocar la revocación de la licencia de armas para que el asunto no fuera arbitrario?

R. Y, efectivamente, se consiguió el listado, pero como es una decisión de cada Comandancia y de la Subdelegación del Gobierno correspondiente, no hemos avanzado lo suficiente. Ya he tenido un caso en el que alguna Intervención me ha señalado que su criterio es distinto al de la ICAE y, con la ley de la mano, es cierto que tienen capacidad discrecional de valoración de la conducta de los ciudadanos.

P. ¿No cree que la licencia de armas, al ser el documento que más cuesta conseguir y mantener en nuestro país (examen psicofísico, penales, buena conducta, etc.) debería incluir la foto de su titular, como le pasa al carné de conducir? No ya para que sirviera como documento identificativo, que también, pero sobre todo para que no nos obligara a los cazadores a llevar siempre que vamos de caza el DNI y aumentar así el riesgo de pérdida en una actividad tan “movida”…

R. A mí me parece una idea estupenda e incluso la he propuesto en alguna ocasión a instancias de un buen amigo al que se le ocurrió esta idea. No sé si hay razones “logísticas” que dificultan este tema, pero la licencia de armas creo que tendría que ir de la mano del carné de conducir y ser similar tanto en lo referente a sus características físicas como en los plazos para su renovación.

P. Tampoco es lógico que con la licencia de armas tipo “E” solo podamos tener seis escopetas y seis carabinas del .22, prohibidas para cazar y permitidas sólo para tirar en campos de tiro homologados, que escasean en toda España. ¿No sería más lógico, a parte del agravio comparativo con los rifles (que pueden tenerse en número ilimitado), que cada persona decidiese tener escopetas o rifles del.22 hasta un total de 12 armas? ¿Habéis intentado alguna vez modificar este sinsentido? ¿Sería fácil hacerlo? ¿Qué hay que hacer para cambiar un artículo del Reglamento?

R. En este aspecto, hemos hecho y propuesto absolutamente de todo. La cuestión con este tipo de problemas puntuales, y tenemos varios, es que se trata de reformar el Reglamento de Armas y éste es un tema complejo, con muchas aristas, y no creo que la Administración esté por la labor de hacerlo al final de una legislatura.

Nunca se va a cambiar un solo artículo del Reglamento. Los trámites administrativos son extremadamente engorrosos (consulta a todos los Ministerios, informe del Consejo de Estado, Abogacía del Estado, comunicación e informe de la UE…) tardan un mínimo de 10 meses, por lo que si alguna vez se reforma algo del Reglamento de Armas, se reformarán muchas cosas, pero nunca un artículo ni para bien ni para mal; ya sabe, una vez abierto el melón…

P. Hablando del .22, ¿qué ha pasado con él en Castilla-La Mancha, que después de que la Administración autonómica lo autorizara para cazar, la ICAE lo sigue prohibiendo, máxime cuando es un calibre empleado en todo el mundo para cazar?

R. Efectivamente, es un tema que me resulta bastante doloroso porque he peleado mucho por él. Teníamos una resolución positiva de la ICAE pero el órgano máximo de interpretación del Reglamento, que es la Comisión Interministerial Permanente de Armas y Explosivos (CIPAE), ha hecho una interpretación muy restrictiva y no parece que esté dispuesta a cambiarla.

P. ¿No le parece ilógico, incluso hasta peligroso, que una persona que tenga, por ejemplo, seis escopetas y seis rifles vaya por la calle cargada de armas para pasar revista cada cinco años a una Intervención de Armas? ¿No sería más lógico que la Guardia Civil constase con un servicio que, previa petición, se desplace al domicilio de esas personas con muchas armas y las compruebe allí, verificando además que cuenta, por ejemplo, con armero homologado?

R. La ICAE tiene un proyecto realmente interesante (y esto es una primicia) consistente en la creación de una Intervención de Armas “móvil” que, con una furgoneta y un calendario determinado, se irá desplazando a los pueblos más distantes que no cuentan con una Intervención. Es una gran idea y una iniciativa de gran valor de Guzmán Caballero, coronel jefe de la ICAE.

P. Tengo entendido que en algunos países europeos los cazadores cuentan en su coto con lugares habilitados para tirar con rifle, ponerlos a tiro, hacer puntería, etc. Y lo mismo digo con la escopeta, pues sería ilegal tirar al plato en el coto fuera de la temporada. ¿Podría ser posible que se habilitaran estos lugares para practicar el tiro, que siempre es positivo para la seguridad?

R. El problema de la habilitación de este tipo de campos de tiro son las medidas de seguridad y la realización del acotado. En definitiva, el vallado.

P. ¿Cuáles son los principales escollos a los que se enfrentan en la actualidad las armerías?

R. Las armerías se enfrentan a dos tipos de problemas: unos son de carácter comercial y referente al cambio de modelo de negocio, que inevitablemente se está produciendo. El otro es la falta de flexibilidad, desde mi punto de vista, en sus autorizaciones.

El sector de la armería y los cazadores y tiradores da muy pocos problemas. Somos un millón de personas disciplinadas y respetuosas, ajenas a cualquier problema de seguridad ciudadana, y esto no se valora lo suficiente.

Tio Calañas