Reportajes armas y municiones
Los mejores rifles y visores para cazar el corzo
A medida que el “duende†ha ido abandonando los bosques españoles y colonizando nuevos territorios más abiertos, incluso las llanuras, las distancias de tiro también han variado. Por esta razón para cazar esta especie no resulta nada fácil elegir un único calibre ni tampoco una sola mira telescópica que permita abordar su caza en todos los escenarios donde se puede recechar.
En teorÃa, un corzo se podrÃa cazar con prácticamente cualquier cartucho de rifle porque desde un .222 Rem. en adelante todas las municiones de caza mayor o incluso las diseñadas para cazar predadores, como el citado .222 Rem., desarrollan suficiente potencia para dejarlo seco si la distancia de tiro no es demasiado grande.
Sin embargo, es precisamente la distancia de tiro, entre otros factores relacionados con las horas en las que se practica su caza, lo que normalmente dificulta los lances con esta especie, pues, dependiendo de cómo y dónde se cace, la distancia puede variar desde menos de 100 metros hasta varios centenares de metros cuando la orografÃa del terreno no permite al cazador aproximarse más, pasando por cualquier distancia intermedia.
Y, naturalmente, si a corta distancia podrÃa emplearse un rifle de escasa precisión y potencia (algunos cazadores centroeuropeos siguen utilizando sus drilling u otro tipo de armas combinadas con cañones de rifle-escopeta) su caza a grandes distancias exige necesariamente el empleo de municiones más potentes, de armas de un solo cañón más precisas y de visores mucho más potentes.
A continuación vamos a analizar qué armas, calibres y visores son los más adecuados para cazar el corzo.
RIFLES PRECISOS Y LIGEROS
Salvo excepciones, el cazador español no es un cazador especializado en el sentido de que no utiliza equipos adecuados para las modalidades que practica. Normalmente, caza con un solo rifle, que suele ser semiautomático o de cerrojo y recamarado para un calibre magnum, como el .300 Win. Mag., por lo que se trata de rifles pesados que además tienen una balÃstica poco apropiada para cazar corzos a grandes distancias.
No puedo recomendar este tipo de armas, que normalmente se utilizan en monterÃa y esperas, pues además rompen mucho la carne. Sobre ellas sólo diré que, en caso de usarlas a grandes distancias, se deben de poner a tiro con la bala más ligera que monte el cartucho y, a ser posible, utilizar un visor de buena calidad del tipo 3-12×56 o similar.
Lo ideal es usar un rifle que esté recamarado para un cartucho estándar o de alta velocidad (magnum) de calibre no superior a 7 mm., que sea preciso, esté bien equilibrado y que no pese más de tres kilogramos.
Estos requisitos los cumplen los rifles monotiro y también los de cerrojo hechos por fabricantes de reconocido prestigio. Los monotiro suelen ser caros o muy caros y los de cerrojo también pueden serlo, sobre todo si son de marcas europeas, Sin embargo, los de origen norteamericano (Remington, Weatherby, Marlin, Thompson…) son muy asequibles, además de precisos, y se hacen en calibres “corceros†estándar y magnum, como el .25-06 Rem; 7 mm.-08 Remington; .243 Winchester; .270 Win.; .257 Weatherby Magnum; .270 WSM, etc.
Independientemente de su acabado, sintético o de madera más o menos lujoso, los rifles de cerrojo y los monotiro que sean precisos y no muy pesados son los tipos de armas más adecuados para cazar el corzo.
También se pueden utilizar calibres estándar algo más grandes, como el 7×64 (poco usado en España), el .308 Win. (muy preciso y con una vaina corta, por lo que lo disparan rifles muy manejables) o el veterano .30-06. Todos ellos permiten tirar con buenos resultados hasta cerca de los 250 metros.
Ejemplos de rifles norteamericanos que son económicos y tiran muy bien (submoa) son los Weatherby Vanguard o el igual de preciso Remington 783.
Y ejemplo de rifles europeos más caros y también extremadamente precisos son los Steyr Mannlicher y los Blaser R8 y que, como muchos norteamericanos, se fabrican también con acabados sintéticos, además de en madera.
Igual podemos decir de los Sauer S202 y Mauser M03, aunque ambas firmas fabrican versiones Sauer S101 y Mauser M12, que son más económicas y muy fiables.
El acabado sintético y el que el rifle carezca de alza y punto o bien que las miras no impidan la colocación de los visores (por estar bien separadas) son caracterÃsticas muy deseables para un rifle de rececho, asà como el hecho de que el arma se equipe con una montura de visor fiable en el sentido de que mantenga la regulación.
No escatimen en este aspecto ni tampoco en asegurarse de que el arma tenga un disparador perfecto, “crujienteâ€, como dicen los cazadores extranjeros, porque sin un disparador bien regulado no es posible disparar con precisión.
Por fortuna, hoy dÃa los rifles, incluso los más económicos, equipan disparadores muy buenos, pero no sucede asà con las armas antiguas, sobre todo con las de origen norteamericano, cuyos disparadores se deben suavizar o incluso sustituir por otros para conseguir de su cañón toda la precisión que es capaz de proporcionar.
Dentro de los cartuchos que hemos mencionado, los mejores resultados a más de 200 metros se consiguen con las balas especialmente diseñadas para rececho que terminan en puntas agudas (a ser posible de polÃmero, del tipo ballistic tip y similares) porque son muy expansivas y la caÃda del proyectil es menor que cuando se utilizan otros proyectiles menos aerodinámicos. En el calibre .243, las de 95-100 grains son las de peso apropiado. Hasta el calibre .270 los mejores resultados se obtienen con las de peso intermedio que monten los cartuchos, y en calibre .270 (o superior, caso de utilizarlos) las más ligeras de caza mayor (130 grains en el .270).
Si solo se cazara en zonas boscosas en las que rara vez se dispara más lejos de 100 metros, el corzo se podrÃa abatir con cualquier tipo de rifle de caza mayor y con cualquier tipo de mira con tal de que sea luminosa y nos permita apuntarlo con poca luz.
Es decir, con cualquier rifle de repetición, monotiro o incluso de cañones combinados (estos últimos tan poco populares en España como apreciados en Centroeuropa, donde se siguen utilizando mucho), puesto que cualquier arma rayada tenÃa precisión suficiente para abatir un corzo a estas distancias.
Pero dadas sus nuevas costumbres, ya no es válido cualquier rifle. Hoy dÃa, dependiendo del terreno donde lo cacemos, puede ser necesario disparar a distancias superiores o muy superiores a los 200 metros. Y para poder disparar tan lejos, teniendo en cuenta además que el corzo es un animal relativamente pequeño y que por tanto ofrece al cazador un blanco reducido en comparación con el que presentan otras especies de caza mayor, es necesario utilizar rifles más precisos.
Capaces, como mÃnimo, de poder agrupar sus disparos en 1 MOA si no cazamos a más de 300 metros o, mejor aún, rifles que puedan realizar agrupaciones más cerradas (sub-MOA), sobre todo si pretendemos cazar a mayores distancias, ya que si no es asà podremos fallar o herir al animal aunque apuntemos bien.
Téngase en cuenta que 1 MOA a 100 metros equivale a unos 3 centÃmetros (2,908 cm) y que, por tanto, a 300 m un rifle que no sea capaz ni siquiera de agrupar en 1 MOA lo harÃa en una superficie indeterminada mayor de 9 centÃmetros.
¿Y cómo puedo saber si el rifle que quiero adquirir cumple este requisito?
Algunos fabricantes (Sauer, Remington, Tikka, etc.) certifican la precisión de determinados modelos de rifles y otros no lo certifican, sin que por ello signifique que no agrupen bien. Por tanto, la mejor manera de averiguarlo es probando las armas, porque asà de paso nos entrenamos y también nos evaluamos como tirador porque de poco sirve utilizar un arma que agrupe muy bien si no somos capaces de ‘extraer’ de su cañón toda su precisión.
La prueba debe realizarse a 100 metros y tenemos que conseguir agrupar 5 tiros en una superficie de 3 centÃmetros (MOA) o inferior (sub-MOA) tirando con apoyo. Lo mejor es utilizar diversas municiones comerciales de buena calidad que sean adecuadas para la caza que pretendemos practicar para poder determinar también con qué cartucho conseguimos los mejores resultados.
RIFLES CON UN DISPARADOR BIEN REGULADOÂ
Pero aunque un rifle posea un cañón de tan buena calidad que podrÃa agrupar en 1 MOA o en menos, es posible que en la práctica no se pueda conseguir esta precisión porque, para ello, es necesario que posea también un mecanismo de disparo muy bien regulado, lo que hoy dÃa tampoco supone un gran problema al elegir un rifle que permita realizar disparos precisos a grandes distancias pues cada año salen al mercado modelos con disparadores mejores.
En general, con un disparador que no tenga recorrido y un peso comprendido entre 750 y 1000 gramos, se pueden conseguir agrupaciones sub-MOA a 100 metros y cazar a grandes distancias si el cañón del rifle lo permite.
Equipado con un mecanismo asÃ, no solo no es necesario que posea tensor (el ‘pelo’, cada vez más en desuso, por cierto, a la par que han mejorado los disparadores directos), sino que no lo aconsejo. Llevo casi 30 años probando rifles solo para esta revista, asà que imagÃnense la cantidad de rifles con ‘pelo’ que habré probado y siempre me he sentido inseguro haciéndolo. El ‘pelo’ es necesario solo si el disparador principal es de mala calidad; en caso contrario es mejor y más seguro y práctico no utilizarlo.
Y CON UNA CAJA ERGONÓMICA
También puede ser, y de hecho lo es con frecuencia: la caja del arma es la responsable de que fallemos muchos tiros a la caza. Se comercializan rifles precisos con tantos tipos de cajas como gustos: de madera, sintéticas, con culata con carrillera, con montecarlo, regulables con el puntal con base plana, redonda…
Las sintéticas son más apropiadas para cazar a rececho y permiten fabricar armas muy ligeras (ver en la prueba del Tikka T3x Lite), pero cualquiera nos sirve siempre y cuando, al montarle el visor que vamos a utilizar, nos permita disparar con la cara apoyada en la culata, es decir, sin que tengamos que levantar la cara para poder ver a través del visor todo el campo visual.
Una culata que no cumpla este requisito no nos permite apuntar con precisión y, lo que es peor, con ella nunca vamos a poder, salvo por casualidad, alinear bien el ojo con el centro de la retÃcula cada vez que disparemos. Y cuando esto sucede y además utilizamos visores convencionales, se comete un error de punterÃa que se conoce con el nombre de ‘paralaje’.
Si el disparo se realiza cerca puede que no tenga consecuencias, pero si estamos cazando a más de 200 metros este error de paralaje, por pequeño que sea, unido a la dificultad del disparo a tantos metros y a lo que se ha explicado sobre la agrupación del arma (MOA), puede ser el responsable de que fallemos el tiro.
RIFLES DE POTENCIA MEDIA
Munición .25-06 Remington y .257 Wby. Magnum, dos ejemplos de excelentes cartuchos estándar y mágnum, respectivamente, ideales para cazar el corzo a grandes distancias.
Y concluimos estas notas sobre el rifle (con la sensación de haber comenzado la casa por la ventana) con los tipos de armas y calibres más adecuados y disponibles en España para cazar el corzo.
Aunque podrÃan utilizarse armas de calibres más potentes, lo ideal para no tener que portar un arma más pesada ni más larga de lo conveniente es utilizar un rifle que esté recamarado para un cartucho estándar si no necesitamos disparar a más de 250 metros o mágnum de calibre no superior a 7 mm, que nos permitirá disparar mejor a mayores distancias
. Y, por supuesto que, además de preciso, esté bien equilibrado y no sea muy pesado (no más de 3 kilogramos está bien porque al peso del arma hay que sumar el del visor y las monturas).
Estos requisitos los cumplen los rifles de cerrojo y también los monotiro hechos por fabricantes de reconocido prestigio. Estos últimos suelen ser caros o muy caros y los de cerrojo también pueden serlo, sobre todo si son de ciertas marcas europeas como, por ejemplo, las alemanas. Sin embargo, los de origen norteamericano (Remington, Weatherby, Ruger, Thompson…) son más asequibles y también muy precisos.
Ejemplo de calibres ‘corceros’ serÃan: el .22-250 Rem; .243 Winchester; .25-06 Rem; 6,5×55, .270 Win.; .257 Weatherby Magnum; .270 WSM, 7 mm-08 Remington; 7×64, etc.
También se pueden utilizar calibres estándar algo más grandes, como el .308 Win. (muy preciso y con una vaina corta, que disparan rifles muy manejables) o el veterano .30-06.
Dos ejemplos de rifles precisos y ligeros con acabados y precios diferentes. La oferta de rifles de cerrojo adecuados para esta caza es muy amplia.
Prueba del rifle Mannlicher CL II SX Light
Un clásico optimizado para rececho
Prueba del Rifle X-Bolt SF Hunter
Excelente opción para monterÃa o rececho
UNA REFLEXIÓN SOBRE LOS PRISMÃTICOSÂ
Los prismáticos son los ojos del cazador, los que descubren la caza mientras que esta se mata utilizando el visor. No es aconsejable utilizar unos binoculares que no posean una calidad acorde con el visor que utilizamos. Y es que de nada sirve montar en el arma un visor de gran calidad si no podemos localizar con los prismáticos la presa o, al revés, si nos permiten localizar el corzo cuando amanece o anochece pero luego no podemos verlo bien ni apuntarlo a través del visor.
Con esto no quiero decir que los prismáticos tengan que ser tan potentes como el visor, porque ni siquiera serÃa en muchos casos posible o práctico, pues pesarÃan demasiado o no podrÃamos estabilizarlos.
Pero sà tenemos que procurar que la calidad óptica sea similar a la del visor porque ambos instrumentos se utilizan en equipo para lograr el mismo fin.
Y si además llevan incorporado el telémetro, mejor. Nos evitará cargar con otro accesorio extra que es imprescindible utilizar en este tipo de caza cuando se realiza a grandes distancias, ya que si desconocemos a los metros que vamos a disparar no podremos utilizar bien las subextensiones ni regular con precisión el mando que elimina el error de paralaje.
MIRAS LUMINOSASÂ
Puesto que tendremos que cazar al amanecer y al anochecer, el primer requisito que se le debe exigir al visor que utilicemos es que sea ‘luminoso’, lo que no significa que posea una retÃcula que se pueda iluminar, como creÃa un lector hace unos dÃas hablando del tema en Cinegética.
Que sea luminoso significa que cuando uno mira a través del ocular vea una imagen con una luminosidad similar a la que se apreciarÃa a simple vista si nos pudiéramos acercar al corzo a la distancia que lo vemos a través del visor, no más ‘oscura’ como sucede si el aparato óptico no es luminoso.
Y para que un visor sea luminoso, sus lentes tienen que poseer tratamientos adecuados para que la luz que capta el objetivo no se desperdicie y llegue a nuestro ojo en un tanto por ciento muy elevado, tratamientos que no son baratos y, por tanto, la mira tampoco puede serlo.
A veces en algunas miras de bajo precio se indica que la transmisión de la luz es superior al 92 por ciento, lo que sorprende al compararlo con el dato de otros visores que valen dos o tres veces más.
Sin embargo, en los modelos económicos este dato puede llevarnos a engaño porque se refiere al tanto por ciento de transmisión de la luz de una sola lente y no al total de todas las lentes del aparato, que es el que proporcionan los fabricantes de óptica de alta gama.
Además, para ver con poca luz, el objetivo también tiene que ser grande. De como mÃnimo 50 mm si el visor posee lentes de muy alta calidad o, mejor aún, de 56 mm. Por tanto, resumiendo, para cazar corzos u otra especie que no se cace siempre durante el dÃa, no es muy recomendable utilizar miras (ni prismáticos) con objetivos de menos de 50 mm que no sean luminosos (trasmisión de la luz total del 90 por ciento o superior).
Arriba, Swarovski Z8i 2,3-18×56 P; y debajo, Steiner Ranger 4-16×46, ambos con mandos para anular el error de parlaje. Si se usan visores más potentes de 12x es imprescindible que cuenten con esta opción.
MIRAS POTENTESÂ
Y también debe de ser potente. Si no se caza a más de 200-250 metros se consiguen muy buenos resultados con las miras ‘clásicas’ del tipo 2,5-10×50 (o x56) y 3-12×56 (más recomendable aún) con relación de aumentos 4x o con visores similares con otras relaciones de aumentos más amplias como la 2-12×50.
Pero si la distancia es mayor ya es preferible o necesario (si es mucho mayor) utilizar miras con más de 12 aumentos que, además, deben tener mando para anular el error de paralaje a la distancia de tiro a la que se van a usar: 2,5-15×56; 4-16×50; 2-16×50 (este último formato con relación de aumentos 8x, que es la que poseen los visores actuales más modernos y con mayores prestaciones ópticas), etc.
Salvo que deseemos utilizar la mira a modo de telescopio para evaluar el trofeo, lo que no es recomendable, no es necesario utilizar miras con mayores aumentos. Además, aunque algunos modelos modernos sorprenden por su reducido tamaño y peso, en general los visores con más de 18x son ya demasiado más grandes y pesados, tanto que a veces son tan largos que tocan en el alza del rifle, si es que lo lleva, y no se pueden montar o bien lo desequilibran.
Es crucial que el visor quede montado en el arma de modo que podamos disparar con la cara apoyada en la culata. Y esto, en gran medida, depende del diseño de la caja del rifle.
Y CON RETÃCULA PARA RECECHARÂ
La retÃcula debe permitir apuntar con precisión a grandes distancias, lo que significa que tienen que tener unos brazos muy finos para que no tapen el blanco. Si el visor se utilizara de dÃa, una retÃcula de estas caracterÃsticas se verÃa bien siempre o casi siempre, pero puesto que tendremos que tirar también con poca luz, lo mejor es que, además de fina, sea luminosa.
La del tipo 4Ai y similares, como la 60 de Zeiss, son perfectas para utilizar hasta los 200-250 metros siempre que el punto de luz se pueda regular de tal manera que permita apuntar con precisión. Y esto, dicho sea de paso, no suele suceder tampoco con las retÃculas iluminadas de los visores de precio económico, pues el punto de luz es demasiado grueso o no se distingue bien, o por lo menos tan bien como los de las retÃculas de los visores de alta gama.
Para cazar a mayores distancias, las retÃculas que poseen subextensiones para compensar la caÃda del proyectil son más útiles. Caso, por ejemplo, de la tipo BR de Swarovski; las Rapid-Z de Zeiss o la Nikon BDC, entre otras.
Algunos modelos permiten compensar hasta la desviación por efecto del viento, por lo que, si se saben utilizar en combinación con un medidor de distancia (y el mando del control de paraleje), permiten hacer tiros muy precisos a distancias superiores a los 300 metros.
Claro que, ahora que caigo, después de haber visto el nuevo visor dS ‘inteligente’ de Swarovski , todo lo que les he dicho sobre los visores sirve de poco porque el dS es muy luminoso y una vez programado compensa la trayectoria del proyectil y se apunta solo. Y encima tiene 25 aumentos. Ver para creer.
PUESTA A PUNTO Y ENTRENAMIENTO
Una vez adquiridas arma, monturas y visor, podemos pedir a un armero que nos monte la mira y que nos la ponga a tiro con el cartucho que deseemos utilizar, pero no es buena idea salir de caza sin haber comprobado antes la regulación, usando un buen apoyo, en un campo de tiro y sobre todo sin hacer prácticas con el arma y comprobar hasta dónde somos capaces de poder disparar con precisión.
Conocer si la puesta a tiro es correcta es fácil si disponemos de la tabla balÃstica del cartucho y disparamos a una distancia conocida, que yo aconsejo que sea como mÃnimo de 100 metros. Basta comprobar que el arma dispare centrado y contar cuántos centÃmetros dispara alto porque, con este dato y las indicaciones de la tabla balÃstica, sabremos a qué distancia hace blanco (impacta donde apuntamos).
Por ejemplo, según la tabla balÃstica de Norma (que sólo proporciona datos balÃsticos hasta los 300 metros), si la bala Nosler BST de 130 grains del .270 WSM impacta 4 centÃmetros alto a 100 metros, el rifle hace blanco a 250 metros.
¿Y si queremos disparar a mayor distancia de la que viene en las tablas?
Entonces, tenemos que usar una tabla balÃstica universal (descargándola de Internet o publicada en algún manual de recarga, como el de Hornady) que proporcione la trayectoria hasta 500 o más metros según la velocidad, calibre y coeficiente balÃstico de bala que usamos (daros que vienen en las tablas normales).
También podemos descargarnos de Internet un simulador balÃstico con el que, introduciendo los datos mencionados, obtendremos la trayectoria en la pantalla del ordenador. Igualmente, sabremos hasta qué distancia podemos usar con precisión nuestro rifle, aunque es más difÃcil, estudiando las agrupaciones que somos capaces de conseguir a 100 metros. AsÃ, para cazar un corzo hasta 200 metros, tenemos que agrupar los disparos en una superficie no mayor de 6-7 centÃmetros, ya que a 200 metros la dispersión serÃa del orden de 12-14 centÃmetros.
Para conseguir abatir limpiamente un corzo a 300 metros tendrÃamos que agrupar a 100 en menos de 5 centÃmetros, para que la dispersión a 300 metros fuera inferior a 15 centÃmetros. Y para tirar a más de 300 metros las agrupaciones que debemos conseguir tienen que ser menores de 3 centÃmetros.
Si no conseguimos hacer estas agrupaciones algo falla: no tiramos bien (lo más normal), el disparador está demasiado duro o suave, el visor está mal montado, la cartucherÃa o el arma no agrupan… y tendremos que buscar soluciones y los consejos de nuestro armero. Tengan en cuenta que durante la caza las condiciones de apoyo y de visibilidad del blanco serán peores que en el campo de tiro.
Juan Francisco ParÃs
Si quieres saber más sobre el corzo, en Trofeo Caza podrás descubrir toda la información relacionada con una de nuestras especies cinegéticas más representativas, la infografÃa anual del corzo, consejos para recechar corzos, las mejores armas para la caza de esta especie, artÃculos de opinión de expertos, y las mejores recetas para disfrutar con los tuyos.
2 comentarios
Miguel A Carbajo
marzo 27, 19:23Roberto
abril 30, 23:57