La apuesta de Lexus, además de mecánica, tiene mucho que ver con la estética…el Lexus NX300h aporta savia nueva.
Lexus traslada su planteamiento de coche híbrido a los todocaminos medios, un segmento del mercado que está funcionando muy bien. El Lexus NX solo puede adquirirse con motor híbrido, lo que puede provocar que más de un cliente se lo piense dos veces, pero aquellos que tienen el respeto al medio ambiente por bandera encontrarán en el NX300h un perfecto compañero.
En primer lugar, llama la atención su estética, muy atrevida y que no deja a nadie indiferente. Podrá gustar o no, pero lo que está claro es que el NX300h no pasará desapercibido. Sin duda, ha supuesto un aporte de frescura al segmento, rompiendo con la monotonía estética y con los convencionalismos.
Pero además del diseño, el Lexus NX300h compite por tamaño (que también importa) y se permite el lujo de poder estar a caballo entre dos segmentos: entre los Mercedes GLA y el Range Rover Evoque, que marcan el paso de su categoría, y los de tamaño inmediatamente superior, como BMW X3, Audi Q5 o Volvo XC60, los más vendidos del segmento.
TECNOLOGÍA Y CONFORT
Pero la marca de lujo de Toyota no se puede conformar con ofrecer un coche de alto atractivo estético. Tiene que encontrarse entre lo mejor del segmento desde el punto de vista tecnológico, de ahí que su única oferta mecánica sea híbrida, en parte gracias al éxito comercial de las gamas CT 200h e IS 300h, que solo se comercializan en versión híbrida.
Vamos a conocer de un modo rápido y somero cómo funciona el sistema del NX. Se trata de un motor de 2,5 litros de capacidad y 155 CV que está asociado a dos motores eléctricos, uno delantero y otro trasero (en el caso de ser 4×4).
El gran aporte estético de Lexus le ofrece al coche una gran frescura.
También está disponible en versión 4×2 solo con el motor eléctrico delantero. El motor de gasolina funciona junto con el motor eléctrico delantero (de 143 CV de potencia) o alternándose para procurar el movimiento del coche. La transición entre ellos es inapreciable en la conducción.
Tras la puesta en marcha del vehículo (con la sospecha de si está arrancado o no, pues no se oye nada), entrará en funcionamiento el motor de combustión en función de las necesidades de aceleración o la carga de la batería.
En el caso de los 4×4, el motor eléctrico trasero ayuda al inicio del movimiento del vehículo y, poco después, se desconecta. De este modo, ayuda a ahorrar combustible, especialmente en tráfico urbano.
El segundo motor es el que entrará también en funcionamiento en caso de pérdidas de motricidad, actuando como un 4×4 convencional y, cuando demandamos una aceleración a fondo, aportando al conjunto sus 68 caballos de potencia.
Como buen Lexus, es un ejemplo de manual de cómo debe ser llevada a la práctica la calidad de rodadura. Gracias a los motores eléctricos, el inicio de la marcha es absolutamente suave y, en caso de demandar una aceleración mayor, la puesta en marcha del motor de combustión es casi inapreciable.
No hay ni ruidos mecánicos ni vibraciones. En marcha, y a ritmos sostenidos, no percibimos que el motor de gasolina se apaga y el movimiento queda en manos de los motores eléctricos buscando el menor consumo de combustible y reduciendo las emisiones a casi cero.
El conductor y sus acompañantes están perfectamente informados de todo lo que sucede en este complejo sistema gracias a la pantalla de la consola central.
En el Lexus NX hay ciertos momentos críticos para su funcionamiento: una incorporación a la autopista, una subida importante de montaña o un adelantamiento en una carretera nacional…
En ellos escucharemos cómo se revoluciona el motor sin que sintamos la sensación de aceleración que merece ese sonido. Ahí podemos enjuiciar al NX300h equivocadamente si no tenemos en cuenta sus virtudes de magnífico rodador.
Su chasis y la puesta a punto de sus suspensiones es muy equilibrada. Nuestra unidad con el acabado Luxury dispone de una suspensión con más de 30 leyes de funcionamiento que buscan adaptarse de continuo a las condiciones particulares de la conducción, procurando la máxima precisión de guidado y confort en los movimientos de su carrocería.
Sólo se le puede achacar ser un poco duro y seco en el eje posterior, lo que puede mermar el confort en ocasiones, especialmente en ciudad.
La suspensión regulable en tres programas permite que disfrutemos de un coche algo distinto, pero donde más lo valoraremos será en autovía. El tacto de sus frenos es también un poco particular, resulta difícil modular su frenada y no llegas a acostumbrarte a su tacto.
MODERNO Y REFINADO
El interior del NX300h es también muy original, casi tan vanguardista como su aspecto exterior. La consola central está presidida por una gran pantalla de 7 pulgadas que se maneja desde un trackpad situado al lado del cambio.
En ciertos momentos, lo del trackpad no es tan cómodo y exige que apartemos la mano del volante durante bastante tiempo. El equipamiento es bueno en todas las versiones, especialmente lujoso y tecnológico en la versión probada, con control de presencia en ángulo muerto, asistente de mantenimiento de carril y aviso de presencia de objetos y personas en las maniobras de marcha atrás.
Claro, que para acceder a todos estos sistemas hay que realizar un desembolso verdaderamente alto: 64.500 €. Lo bueno es que hay versiones más asequibles, ya que el precio de acceso a la gama 4×4 se inicia en los 46.700 € y, por debajo, tenemos dos versiones solo de tracción delantera cuyo precio se rebaja a los 38.300 €.
El interior del Lexus NX300h es también muy original, casi tan vanguardista como su aspecto exterior.
Común a todos es la amplitud y comodidad de su habitáculo. Su puesto de conducción destaca por su buena disposición y ergonomía, con unos asientos a los que solo podemos calificar de butacones. Los traseros son también muy cómodos, y en nuestra unidad montaban abatimiento eléctrico, algo que facilita enormemente las labores de carga de objetos grandes.
Estas plazas destacan por su espacio para las piernas, pero no por su altura, supeditada al diseño. El maletero es amplio con un hueco bajo su piso de 100 litros extras que resultan muy útiles. Como única pega, su boca está muy elevada, lo que en algún momento pone las cosas difíciles.
¿Y COMO TODOTERRENO?
Pues, sinceramente, no es la mejor opción por la altura de su carrocería y su escaso ángulo de ataque. En este caso, la tracción total se contempla como una más en materia de seguridad gracias a la motricidad extra que aporta, aunque bien puede valer para transitar por los caminos más sencillos que nos permitan llegar hasta el cazadero.
No le exijamos más…
