Carta a Francisco Cuenca Anaya. ¿Y por qué no un mañana?

Cuando recibí tu artículo me quedé perplejo: «¿He leído bien? Efectivamente, lo pone bien claro, se titula: «Sí a las perdices de granja». «¡bah! –pensé–, lo ha escrito para alborotar el gallinero». Sé que eres partidario de fomentar el debate en la revista, incluso la controversia, según me has comentado en alguna ocasión, y crees que el introducir temas polémicos ayuda a aguzar el ingenio, eleva el nivel intelectual y enriquece la discusión.

Pues bien, si es así, quiero ser el primero en entrar al trapo y animar el cotarro.

Lo he leído detenidamente y, para empezar, te diré, querido Paco, que a mi parecer partes de unas premisas que son discutibles cuando consideras que «la caza es una actividad de igual naturaleza que la agrícola o la ganadera»; solo te ha faltado añadir también la deportiva.

Reconozco que, bajo ese punto de vista, tendrías toda la razón, pero creo que la auténtica naturaleza de la caza, al menos de la que todavía a algunos ‘puristas coñazos’ nos gusta y practicamos, es otra.

Afirmas que de todos tus cazaderos habituales la perdiz salvaje ha desaparecido y que «si se quiere seguir cazando no hay más remedio que hacer lo que se viene haciendo: acudir a la cría artificial». En su artículo, aunque sin claudicar como tú, Eduardo Coca Vita se muestra igual de pesimista en cuanto al presente y futuro de la perdiz silvestre.

Te contaré mi experiencia de los últimos tres años, que me hace ser más optimista. En este tiempo he cazado bastante en un par de cotos de los alrededores de Madrid, que fueron tradicionalmente de lo mejor de perdiz y que sufrieron en los ochenta y noventa, más que en ninguna otra parte, la lacra de las sueltas masivas de perdices de granja, entonces de muy dudosa procedencia y con nulas garantías sanitarias, que provocaron la práctica extinción de las salvajes.

Pues bien, las sociedades de galgueros que gestionan estos términos en la actualidad llevan unos cuantos años sin soltar perdices, y las locales se han recuperado espectacularmente, permitiendo a los socios hacer cupos de dos, tres o cuatro perdices cazando al salto, dependiendo de la cría del año y lo avanzado de la temporada, como es lógico.

Un amigo me objetaba hace poco que las perdices que cazamos allí no serían genéticamente puras, y es muy posible que tenga razón. Cierto que la bravura que demuestran no es suficiente garantía y reconozco que no hemos realizado los análisis pertinentes para determinar su pureza, aunque hemos constatado que han nacido y crían en el campo; y si es cierto lo que afirman los estudios científicos acerca de las hibridaciones, la genética autóctona acabará imponiéndose a medio-largo plazo, si la dejamos.

Estamos de acuerdo en que la situación de la perdiz silvestre es delicada debido a la predación, al abandono del campo y, seguramente, a la mayor amenaza en la actualidad, aparte de las sueltas, que es el tratamiento con productos fitosanitarios con los que se blindan las semillas en la agricultura moderna (supongo que leerías el artículo sobre el Proyecto Semillas del IREC que publicamos en el número 555)

Estas son ya trabas suficientes para que además se anime a los cazadores a tirar la toalla y soltar perdices de granja en sus cotos como única opción. Mensajes negativos como este hacen peligrar la conservación de lo que verdaderamente está en peligro de extinción, que es el cazador exigente y comprometido.

Hace unos días, tras leer tu escrito, cambié la escopeta por una pequeña camarita digital y me uní a dos compañeros de cuadrilla para documentar una jornada de caza en uno de estos cotos. «Un día de perros» podría titularse la colección de fotos obtenida, en el que el agua, el frío y el viento, si bien no facilitaron la cacería, sirvieron para dar un toque dramático y de autenticidad a las escenas.

La crónica gráfica de esa jornada nos ha servido para enlazar la serie de artículos que, sobre la imagen del cazador ante la sociedad, publicamos en Trofeo Caza nº560 .

Espero que esta humilde aportación, más práctica que teórica, ayude a que algún cazador no pierda la esperanza, o a que otros la recuperen.

Pablo Capote

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RESPONSABLE Ediciones Trofeo S. L - CIF B86731221 - Ediciones Trofeo
CONTACTO C/Musgo nº 2 Edificio Europa II-1D . 28023, Madrid (Madrid), España
Tel. 91 805 35 52 - Email: [email protected]
Puede ponerse en contacto con nuestro Delegado de Protección de Datos en el
email [email protected]
FINALIDADES Gestión de las solicitudes de suscripción recibidas a través de nuestra página web, envío de
comunicaciones comerciales, promocionales y de información de nuestros productos y/o servicios .
LEGITIMACION Consentimiento explícito del interesado ; Existencia de una relación contractual con el interesado
mediante contrato o precontrato
CONSERVACIÓN Gestión clientes : Durante un plazo de 5 años a partir de la última con{rmación de interés. Los datos
personales proporcionados se conservarán durante los plazos previstos por la legislación mercantil
respecto a la prescripción de responsabilidades, mientras no se solicite su supresión por el interesado
y ésta proceda, y mientras sean necesarios -incluyendo la necesidad de conservarlos durante los
plazos de prescripción aplicables-o pertinentes para la {nalidad para la cual hubieran sido recabados
o registrados
DESTINATARIOS Gestión clientes Ecommerce (suscripciones): Administración Tributaria ; Bancos, cajas de ahorros y
cajas rurales
Gestión clientes: Administración Tributaria ; Bancos, cajas de ahorros y cajas rurales ; Administración
pública con competencia en la materia
TRANSFERENCIAS INTERNACIONALES No realizamos transferencias internacionales de sus datos
PROCEDENCIA Suscriptores a la revista: El propio interesado o su representante legal . La vía principal de
suscripción son los formularios de nuestra página web.
DERECHOS Usted tiene derecho acceder a sus datos, recti{carlos, suprimirlos, limitar u oponerse a su tratamiento,
a su portabilidad, a no ser objeto de decisiones automatizadas, a retirar su consentimiento y a
presentar reclamaciones ante la Autoridad de Control (Agencia Española de Protección de Datos).
Más información en nuestra https://trofeocaza.com/politica-de-privacidad/ o
[email protected]

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image

Image Image Image Image

Image Image Image

Image Image Image Image

Image Image Image

Image Image Image