El voto de los cazadores cuenta

Dentro del Gobierno de coalición, Unidas Podemos nunca ha escondido su posición en contra de la caza. Pero de ahí a que saquen adelante una ley que prohíba la caza y la pesca en nuestro país, hay un buen trecho porque para que eso ocurra necesitarían de una amplia mayoría parlamentaria que ahora mismo no existe.

Este próximo domingo día 10 de abril se celebra la primera vuelta de las elecciones francesas. La segunda vuelta tendrá lugar el día 24. Las encuestas son favorables, de momento, al presidente francés, Emmanuel Macron.

Todos los candidatos se acuerdan entonces de los cazadores para tratar de atraer su voto. En Francia hay cerca de 4 millones de personas con alguna licencia de caza. Un colectivo muy importante que un momento determinado puede inclinar la balanza en un sentido u otro. Los políticos lo saben y no lo quieren pasar por alto.

En las elecciones de 2002 se presentó un candidato que representaba a un partido de la caza y que obtuvo  el 4,2% de los votos. Más de lo que le dan hoy a muchos candidatos que se presentan para llegar al Elíseo.

El presidente francés Emmanuel Macron ha sido el gran valedor de los cazadores. Ha rebajado el precio de la licencia de caza y ha restablecido las cacerías presidenciales, que prohibió en 1995 el conservador Jacques Chirac y que eran un acto protocolario más, al que asistían altas personalidades de la política y del mundo empresarial y económico.

A pesar de que una mayoría de ciudadanos franceses es contrario a la práctica de la caza, solo uno de cada cinco personas la aprueba, la actividad cinegética sigue representando a un colectivo con mucha fuerza. De hecho, su presidente se ha reunido con todos los candidatos,  salvo con el izquierdista Jean- Luc Mélenchon y con el ecologista, Yannick Jadot, ambos partidarios de prohibir la caza en festivos y durante las vacaciones escolares.

En España, como se demostró durante la manifestación del pasado domingo día 20 de marzo en Madrid, el colectivo de cazadores, mayoritario durante la manifestación, aunque la prensa generalista se encargó de restarle visibilidad, tiene un peso muy importante, con casi un millón de licencias de caza.

Partidos como Vox han querido canalizar todo ese descontento de la España rural y vaciada, reuniéndose con ganaderos, agricultores y cazadores. El objetivo no es otro que atraer a todos esos votantes de cara a las próximas elecciones. Pero no solo Vox defiende a cazadores, agricultores o ganaderos, también partidos como Ciudadanos o el PP han manifestado su apoyo a todos estos colectivos. Y el propio partido del Gobierno, donde en Comunidades donde gobierna, como Extremadura o Castilla-La Mancha, la caza es un valor en alza, defendido desde las más altas esferas del poder, como hace el propio presidente castellano manchego,  Emiliano García-Page.

La ley de Bienestar Animal que quiere aprobar el Gobierno ha sido el detonante para que los cazadores vuelvan a salir a la calle para manifestarse, al entender que pone en peligro la actividad cinegética.

Dentro del Gobierno de coalición, Unidas Podemos nunca ha escondido su posición en contra de la caza. Pero de ahí a que saquen adelante una ley que prohíba la caza y la pesca en nuestro país, hay un buen trecho porque para que eso ocurra necesitarían de una amplia mayoría parlamentaria que ahora mismo no existe. Lo que pueda ocurrir dentro de unos años, nadie lo sabe.

Patricio Simó