Homenaje a las rehalas que ‘tocan’ nuestras manchas

Prepara las cámaras, Sol Montero,

que allá por nuevo Cabañeros

Riquelme da la orden de soltar a los guerreros.

 

Suena la trompeta de Ángel Corchero

con los ecos de La Caracola de Antonio Raya y Currito Caballero.

Que en el horizonte ya se ve La Meca de grandes macarenos,

que Antonio Espinosa igual te hace un perchero

que te embalsama un facochero.

 

En “La Noria de Navalmoro” está la rehala de Romero

y con las chicas del Ayuso aguardan ese gran navajero.

 

A “La Pavona” lleva la rehala de Dibe un gran compañero.

Junto a Paco y Gabriel, con capa y sombrero,

aparece una bella rehalera, Pilar Montero.

 

En el fin de semana de “Los Claros” se bautizarán nuevos monteros

con los perros de Los Campi, sin duda, perros punteros.

Tras cuatro años, los collados de “La Losa” se cazan de nuevo

y se volverán a escuchar los vítores la patrona de los monteros.

 

En “El Chaparrito”, Ventura y Lolo respiran aires marineros

de la antigua esencia del Lunar, Gaspar y el Aceitero.

El cojo Lopa fue su primer perrero y el hijo volvió por sus fueros.

En “El Peligroso” se escucha al Chiva y a los cuñados

pronto se le unirá Palma para dar un gran bocado.

 

Cerca de Torrecampo hay un gran obrero.

Candi ya está nervioso porque está en el candelero

protegiendo un paraje señero

de don Pedro Corell y sus herederos.

Un paraíso para los carneros, con muflones “plataneros”,

para que no lo nominen ni a los premios podenqueros,

y aunque ahí no tengas premio ni trofeo, tu Caracola

es de plata pero sobre todo es oro para los monteros.

 

Que en “Cerro Lobo” Canican y Juanín han perdido perros que no paga el dinero.

Antonio Raya buscaba el burladero y de miedo

en “El Eucalipto” dejó su cagadero

y no perdió perros aunque le dieron pal’pelo.

 

En “Valdeinfierno”, con el frío y el aguacero,

lucharon la rehala de Olmos y el torero.

Ya en la casa de “La Virgen” menean las migas en el caldero

mientras Paco y Javi cuidan los comederos.

Jesús, el de Huéscar, y el Cachorro ayudan a buscar los grandes tiraderos

donde el montero disfrute de grandes testeros.

 

En la solana de “La Tesorera” se prepara todo con esmero,

después de una noche cantando Rosa por sones copleros.

Resuena la vuelta del Metralla y Carlos Rubio Agarre,

que en realidad nunca se fueron.

 

La vida sigue y aunque tenga picadero,

pincelito Juan Carlos Guillén vendrá soltero.

Coco recién casado vendrá de crucero

con un futuro duradero.

Pero lo importante llega ahora

y no es el dinero.

Gonzalo pide campanillas al Platero,

que Antonio Carlos trae un nuevo montero.

 

Juan Antonio y el Compadre ya tienen el babero,

Tronchajaras traerá un cordero,

y entre todos enseñarle lo que es lo primero,

que ser cazador no es ser un carnicero.

Alba está impaciente a que llegue el sorteo,

aunque el pequeño Thiago no le deje ni ir al aseo.

Es la que lleva el papeleo

y aunque con ella no me peleo

hasta el chichi acaba de las monterías y el campeo.

 

Hay murmullos taberneros que la rehala de Loren y Conejo

han escuchado un festival jabalinero y es que “La Baleara” es un hervidero.

“La Sagra” tiene amplios tiraderos donde la nieve cubre los senderos,

donde divisan desde el cielo los monteros que se fueron.

 

En “Cerro Gordo” hay un hombre señero,

y de Lázaro un buen escudero

de nombre Paco, y cuidando con esmero

el legado de su padre, que fue el primero.

La perdiz en “Las Pilas” tiene un precioso cazadero

donde muflones, venados y jabalíes completarán este precioso tablero.

“Los Quemaillos” es un avispero,

donde los jabalíes corren ligeros

apretados por Edu, Santi y Marcos del Sereno;

una mancha que cumple en enero

y siempre es un pelotazo en febrero,

y donde Francisco, el hijo del guardia, se viste de perrero.

 

Hay que ser muy buen arquero

para en “Valdeyeguas” ser certero,

pero más difícil es aún el trabajo

del paleta el Vito y sus muleros.

 

No se puede olvidar al Pelino,

que tan importante fue en el camino,

un personaje genuino

y un auténtico torbellino.

Jesús López y Damián le cogieron miedo al viajar

y del barco se tuvieron que bajar.

 

Antonio y Lolo seguirán

junto a Adri, Fati y David Abad,

que por fin en nuestra casa están.

 

Que soy raro o especial, a mí eso me da igual,

no son todos lo mejores los que están,

pero si están los que para mí mejor están.

 

No quiero llegar a ser el mejor algún día,

pero sí mejor cada día.

 

Que me gustan los perros chicos, soy sincero,

pero que cada monte tiene su raza no sé si saben a que me refiero.

Pero que tan bueno es un perro grande de Valdueza,

un atravesado o un navero

o como de Manolito el Campi, un paternero.

 

Lo dijo Perico Castejón:

el resultado es lo de menos para dar un monterión,

lo importante son los perros y la conjunción.

 

Silencio compañeros,

que el trabuco de Rafa y de Mota truenen al cielo con esmero,

que está de luto un rehalero,

que en el cielo hay un ángel para protegeros.

Y olvidarme no quiero

de Chico María y Venancio, grandes matilleros,

que junto Melgarejo, a los calañeses Momos y Dani el Rocianero,

para mí fueron un semillero,

y reconocer el trabajo verdadero

porque para ser un buen montero…

 

no hay más que inclinarse

y quitarse el sombrero

ante todos mis rehaleros

y sus guerreros.

 

Jesús Riquelme | Monterías Riquelme