Hace 150 años, las gentes de Alemania luchaban para crear una nación unida de una amalgama de pequeños reinos, ciudades estado y feudos. Al mismo tiempo, los cazadores alemanes lo hacían para crear su propia raza nacional de perro de muestra de pelo corto. Eventualmente, las dos metas se consiguieron. Hoy en día, Alemania es una república unida y rica, y el braco alemán ha triunfado como el perro de muestra continental más exitoso del mundo.
La mayoría de las historias del braco alemán comienzan en la década de 1870 con una Alemania recién unificada y una creciente clase media de cazadores que demandaban un perro de caza versátil. Pero las semillas de la creación de la raza se sembraron siglos antes, cuando perros de muestra de Francia, Italia y España se abrieron camino en los estados germánicos y se convirtieron en variedades regionales de Hühnerhunde (perros para la caza de aves).
Antes del siglo XIX realmente nunca se criaron perros de muestra en gran número en Alemania. Tampoco se puso mucho empeño en mejorarlos para las pruebas de trabajo. Los cazadores alemanes les dieron la espalda (normalmente los aristócratas que tenían el derecho y la autoridad de cazar) porque estaban más interesados en la caza mayor. Criaban principalmente perros de rastro para perseguir ciervos y jabalíes.
EL BRACO ALEMÁN FUE IDEADO PARA CAZAR TODO
Pero las cosas empezaron a cambiar a mediados del siglo XVIII. Las escopetas, más ligeras y asequibles, eran más fáciles de conseguir, y en 1848 la gente adquirió el derecho a poseerlas. También consiguieron el derecho a cazar.
Y lo que querían cazar era todo: pelo y pluma, caza mayor y menor, en tierra y en agua. Surgió de forma natural la idea de desarrollar una raza de perro que pudiese mostrar, cobrar, rastrear, nadar y abatir depredadores. Tan solo había un problema: por aquel entonces no había ninguna raza para todo, y nadie sabía cómo crearla.
Para un grupo de criadores, la solución consistía en recrear el tipo de perro que ellos creían que había existido. Había sido el perro del “abuelo de su padre”, un sólido perro alemán tipo antiguo capaz de todo. Incluso se les ocurrió la forma infalible de cómo hacerlo. Seleccionarían y criarían ejemplares con apariencia de “antiguos perros germánicos” y todas las habilidades que poseían surgirían automáticamente.
Desgraciadamente, este enfoque se basaba en dos ideas erróneas.
- Nunca existió un antiguo perro alemán que valiese para todo. Tan solo existió en la imaginación calenturienta de los patriotas que lo promovieron. El ferviente nacionalismo les cegó hasta el punto de pensar que sus bisabuelos tuvieron unos perros que nunca existieron, por no hablar de un perro asombroso capaz de todo.
- De alguna manera consiguieron relacionar la funcionalidad de un perro con morfología pero al revés. Seleccionar perro con supuestas orejas germánicas y con cabezas germánicas, no les convertía automáticamente en impresionantes perros versátiles. De hecho, en términos de funcionamiento, cuanto más se aferraban en las creencias equivocadas, peor iban las cosas.
Al final terminaron, como les dijo un crítico, con “zoquetes de sangre fría” que se movían pesadamente por el campo, con sus pesados cuerpos y cortas patas que les permitían moverse a un lento y torpe trote.
Las fotos de esta época muestran lo mal constituidos que realmente estaban hechos estos animales experimentales. Uno de ellos, un perro llamado Feldman I, propiedad del Príncipe Albrecht de Solms-Braunfels, parecía que estaba ensamblado de las partes que sobraron de la creación de un basset-hound y un bulldog.
Yo tuve una braco de nombre Diana y tuvo 7 cachorros de pura linea nunca la olvidaré,muy inteligente y leal.
Sin lugar a dudas, el braco alemán es el perro de caza más polivalente de todas las razas de perros. Yo tuve une perra, Breeze, con un físico portentoso, alta y piernas largas, muy delicada en las muestras con una boca muy suave para el cobro. Seguramente era la diosa Diana hecha perro. Sus condiciones físicas eran las de un atleta consumado. Si no fuera porque comió algo envenenado, esa perra nunca hubiera sufrido de alguna enfermedad. No nos llevábamos bien, salvo que fuéramos al campo y allí, como por arte de magia, nos entendíamos perfectamente. Gran perro el braco alemán, leal y confiable.