El perro de caza y la insuficiencia renal, sintomas y tratamiento

En esta ocasión, voy a tratar un tema puramente médico que afecta con relativa frecuencia a los perros de caza. Por diferentes motivos, el riñón puede fallar, y el no funcionamiento de este importante órgano no es compatible con la vida. Por desgracia, son pocas las cosas que podemos hacer los veterinarios ante esta grave patología.

LA FUNCIÓN RENAL

Todos los perros disponen de dos riñones que tienen la importante función de filtrar la sangre y eliminar de ella las sustancias tóxicas que va produciendo su propio organismo como consecuencia de su metabolismo. El riñón está formado por millones de microscópicas nefronas, que no son ni más ni menos que pequeños filtros que van decidiendo las sustancias que deben quedarse en la sangre y aquellas que deben eliminarse a través de la orina.

Se produce un fallo renal cuando el riñón no tiene capacidad de filtrar y los productos que deben ser eliminados permanecen en la sangre, intoxicando al animal con sus propios metabolitos. Desde el punto de vista didáctico dividimos los fallos renales en dos grandes grupos, el fallo renal agudo y el crónico.

En el fallo renal agudo se produce una falta de filtración brusca y generalizada, y el riñón deja de funcionar de repente. Suele ser debido a una falta de irrigación, es decir, por diferentes razones el riñón deja de recibir sangre y por lo tanto no puede hacer su función de filtrar; o por potentes nefrotoxinas (tóxicos que dañan el riñón) que destruyen todas las nefronas, entre otros factores.

Su aparición es brusca, aguda y requiere un enérgico tratamiento de choque.

El fallo renal crónico es aquel que aparece de forma más lenta debido a que se van perdiendo nefronas. Las que quedan van supliendo –en cierta medida– la falta de funcionamiento de las otras, por lo que pasa más desapercibido y muchas veces se detecta en los chequeos rutinarios o porque se está buscando otras patologías. El tratamiento es a largo plazo y su pronóstico dependerá del grado de afección del riñón.

También podemos dividir el fallo renal en primario, cuando el origen de la insuficiencia es el propio riñón; o secundario, cuando el problema está en otro órgano, y como consecuencia del daño de este otro órgano se afecta el riñón. Esta segunda clasificación tiene importancia porque en los perros de caza algunas de las patologías renales que les afectan con frecuencia suelen ser secundarias.

¿POR QUÉ SE PRODUCE UN FALLO RENAL?

Me gustaría destacar como primer motivo de insuficiencia renal la leishmaniosis, conocida como la enfermedad del mosquito. Esta enfermedad crea unos complejos antígeno-anticuerpo en sangre, que bloquean el riñón y provocan la insuficiencia renal, que en ocasiones puede ser aguda, pero que habitualmente es una insuficiencia crónica de mayor o menor entidad.

Esta es una de las enfermedades transmitidas por insectos más frecuentes en los perros de caza, pero no la única. Menos frecuente, pero que también provoca un importante daño renal, tenemos la leptospirosis. Esta es una grave infección producida por una bacteria que está relacionada con zonas de aguas estancadas y suciedad, y una fuente de transmisión son los roedores (especialmente las ratas) a través de la orina. Por fortuna, disponemos de una vacuna eficaz contra ella, la vacuna polivalente canina, y una mayoría de perros están vacunados y protegidos, evitando la dispersión de esta patología.

Pero no solo las enfermedades infecciosas dañan el riñón, las intoxicaciones son otro origen importante de esta patología. Aunque no es demasiado frecuente en nuestro país, en la literatura veterinaria se repite con mucha frecuencia los efectos sobre el riñón de los anticongelantes de los coches.

Todos los aficionados al «hágalo usted mismo» en el mantenimiento del coche, tienen que tener esto en cuenta. Por lo visto, los anticongelantes son muy atractivos para los perros, y si se dejan en un cacharro sin tapa y en el suelo, es muy probable que lo ingieran y le provocarán una insuficiencia renal aguda, de la cual difícilmente saldrán adelante.

Pero en los perros de caza, la insuficiencia renal secundaria que más he visto, y que se ha llevado a muy buenos perros, ha sido consecuencia de un sobresfuerzo. Hemos hablado en esta sección en varias ocasiones de la llamada rabdomiolisis o enfermedad de lunes.

Esta patología viene a ser unas ‘agujetas’ muy fuertes, y se le dio el sobrenombre de «la enfermedad del lunes» porque afectaba a los caballos a los que su dueño había montado y galopado en exceso durante el fin de semana.

Pero el asunto es que esta patología es muy grave, daña las masas musculares de tal manera que se destruyen, y su eliminación ‘bloquea’ el riñón provocando una insuficiencia renal aguda y, en muchos casos, la muerte del animal.

Como se pueden imaginar, esto les pasa a los perros buenos, que se esfuerzan y trabajan mucho. A los malos, los que van detrás del dueño en todo momento, no les suele pasar.

También he visto casos de insuficiencia renal con una base genética. En la zona donde trabajo, los perros de rastro son muy populares, y entre ellos los grifones niverneses se han utilizado con frecuencia. He visto morir un buen número de ellos debido a esta patología, sin que tuviesen síntomas de otra enfermedad concomitante. Además, la presentación de los síntomas se producía a edades relativamente tempranas.

SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO

Los síntomas de esta enfermedad pueden no ser muy llamativos, especialmente en las fases iniciales de las insuficiencias crónicas. El animal puede estar menos activo e inapetente, pero no apreciarse mucho más.

En casos más avanzados, aparecen vómitos y un característico olor ‘urémico’ de aliento del perro. En otros casos, además de los cambios de conducta del perro, pueden existir otros síntomas que nos haga pensar en esta patología.

La orina se modifica, puede aumentar de cantidad siendo más clara, disminuir la cantidad o incluso no producir orina en caso de la insuficiencia aguda.

Como indicaba antes, muchas veces se diagnostica esta enfermedad en las revisiones rutinarias, en las que siempre se debe realizar un chequeo del riñón.

El tratamiento del riñón se basa en tres objetivos. Primero, aumentar la filtración renal para hacer trabajar a las nefronas que estén activas y así ‘detoxificar’ al animal al aumentar la diuresis (la producción de orina). Esto se consigue poniendo suero al animal, por ejemplo.

Pero además hay que dar un alimento que produzca pocos residuos tóxicos, para compensar la poca eficiencia del riñón a la hora de eliminarlos. En la actualidad existen numerosos piensos indicados para la insuficiencia renal crónica, que es para la que están indicados.

Además, es conveniente utilizar un determinado tipo de vasodilatadores para compensar la hipertensión renal, ya que mejoran la función de este órgano afectado.

No obstante, un fallo renal agudo no es compatible con la vida, y en la insuficiencia renal crónica, dependiendo de su grado de afección, el paciente tendrá mejor o peor calidad de vida. Pero siempre tenemos que recordar que un perro de caza es un atleta y difícilmente podrán mantener un nivel de atleta con esta patología. Por ello, el pronóstico de una insuficiencia renal para un perro de trabajo no suele ser muy bueno.