El presidente de la RFEC destaca que el impacto económico y social de la caza en el mundo rural «es excepcional»

La Fundación Deporte Joven ha organizado el foro “Deporte como motor de desarrollo socioeconómico y cohesión social” que se ha desarrollado este miércoles en el Senado mediante ponencias y mesas temáticas de representantes de la administración pública y empresas privadas. En esta jornada ha participado Manuel Gallardo, presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC), que ha destacado la importancia de la actividad cinegética en el mundo rural y su papel fundamental en la lucha contra la despoblación.

El presidente federativo ha participado junto a los presidentes de otras federaciones que practican su actividad en el medio rural y la montaña, y en su ponencia “Deporte en el ámbito rural y la montaña. El trabajo de las federaciones deportivas” ha trasladado la importancia de fomentar la educación y formación de los cazadores, la difusión de la deportividad de la actividad cinegética y normas que la regulan, y la contribución al incremento de la fauna y flora autóctona.

En este sentido, ha insistido en que «la conservación del medio y su biodiversidad se ha convertido en uno de nuestros objetivos más prioritarios. La caza es útil a la conservación y la conservación es útil a la caza. Por otro lado, no se puede concebir la sostenibilidad en el medio natural sin la acción cinegética».

Motor de desarrollo rural

Manuel Gallardo ha destacado que toda la actividad cinegética se realiza en el medio rural, por lo que la caza y el medio rural están íntimamente unidas. En la actualidad, existen 19 modalidades diferentes de competición que se desarrollan tanto en ámbitos provinciales, autonómicos y nacionales, que este 2022 culminarán con la celebración del campeonato europeo de compak sporting en el municipio gallego de Trazo.

Con respecto al impacto económico y social de la caza en el mundo rural, ha destacado que «es excepcional». El sector cinegético genera, según el último estudio realizado a través de la Fundación Artemisan, 6.500 millones de euros, representando el 0.3% del PIB y manteniendo cerca de 200.000 puestos de trabajo anuales.

Para la lucha contra el reto demográfico, el presidente federativo ha puesto en valor la caza como una potente herramienta de desarrollo económico, social, cultural y medioambiental, generadora de oportunidades y elemento clave en la fijación de población.